la villa es un lugar incre, acabados super bonitos y el ambiente chillax. el trato de los dueños, jess y matt, es lo mejor, siempre atentos y con buena onda. la vista desde la azotea es brutal, los atardeceres son de ensueño. la piscina es muy relajante, ideal pa' desconectar y disfrutar. el desayuno es de lujo, con cafecito en la mañana que te trae alguien, es un plus!

el camino para llegar es medio complicado y me chocó un poco no poder nadar por el frío del mar.

La Villa Santa Cruz es un lugar mágico. Solo me hubiera gustado que el camino de tierra fuera más fácil de manejar.

La villa es un sueño! 🏖️ El desayuno era increíble, y la atención de los anfitriones fue de primera. Las vistas desde el área de la piscina son espectaculares, ideales para relajarse y disfrutar del sol.

El camino de acceso a la villa podría mejorar para facilitar la llegada.

el camino es un poco complicado, pero el lugar es mágico! ☀️ cada mañana nos despertábamos con café traído a la puerta. el desayuno era delicioso, con opciones caseras. las vistas desde la azotea son simplemente impresionantes 😍.

La casa principal presenta una arquitectura virreinal que agrega un toque especial, con cuatro habitaciones bien decoradas que tienen vistas excelentes. El área de piscina es igualmente agradable, con una temperatura óptima y un jacuzzi grande que invita a relajarse después de un día explorando la costa.

El camino para llegar a la villa puede ser un poco complicado para algunos, lo que podría ser un inconveniente si no estás preparado para manejar en terrenos irregulares. Además, la playa cercana ofrece un paisaje impresionante, pero en estas fechas el mar estaba más fresco, lo que limitó un poco la posibilidad de nadar. La construcción de las nuevas cabañas junto a la piscina también puede ser una distracción momentánea durante tu estancia.

piscina impresionante y vistas al océano

tranquilidad, atención al detalle

camino de tierra complicado

La recámara en Villa Santa Cruz era pequeña pero muy acogedora. Tenía un balcón donde pudimos disfrutar del paisaje. La decoración era sencilla pero con un estilo mexicano que le daba un toque especial. Las vistas desde el mirador de la azotea fueron espectaculares, especialmente al atardecer. Se nota que han cuidado los detalles para que te sientas a gusto. Lo único que sentí un poco incómodo fue que la habitación era un poco más pequeña de lo que esperaba, pero eso no afectó mi experiencia.

volveré

La villa tiene una arquitectura virreinal impresionante. Las habitaciones son acogedoras, algunas con balcones geniales para ver el entorno. Cada mañana, nos llevaban café a la puerta. La terraza en la azotea ofrece vistas espectaculares, especialmente al atardecer. Además, la piscina tiene una buena temperatura y hay un jacuzzi perfecto para relajarse.